jueves, 24 de julio de 2008

Autodefensa de pablo.

En los capítulos siguientes, Pablo emplea un tono más bien duro y por momentos irónico, en el que se pone bien de manifiesto su carácter apasionado y lleno de contrastes. El Apóstol vuelve a hacer una enérgica apología de sí mismo, respondiendo a las acusaciones de sus adversarios. Ciertamente, no le faltan motivos para gloriarse, y él mismo los enumera con toda franqueza: su condición de verdadero israelita, los peligros a que estuvo expuesto y los sufrimientos padecidos por la difusión del Evangelio, como también las visiones y revelaciones que recibió del Señor.
Pero Pablo prefiere gloriarse en su debilidad, porque cuanto más débil es, tanto más resplandece «el poder de Cristo» y la fuerza del Espíritu. Y en último término, lo que lo lleva a hacer su apología es, sobre todo, «el celo de Dios» en favor de la Iglesia de Corinto: después de haberla desposado con Cristo, no puede permitir que alguien la aparte de él. La Carta concluye con una fórmula litúrgica de neto contenido trinitario.

2 comentarios:

alejandro dijo...

Alejandro:
Me gusto mucho lo q me ubiera gustado q las letras estubieran de distinto color. Las fotos tas muy piolas!

Unknown dijo...

el texto esta muy bueno... capaz que mas fotos lo harian quedar mejor... el color lo apaga un poco porque lo hace como todo igual y las palabras se pierden en el fondo... que esta muy bueno
mi puntaje es... 2